miércoles, 30 de abril de 2014

Crema de noche de Tezpecohuite

Ya los antiguos mayas utilizaban su corteza para curar las enfermedades de la piel. El tezpecohuite, originario de México, es un árbol de la familia de las mimosas, en concreto, mimosa tenuiflora, de corteza color castaño rojizo que puede tener entre 4 y 6 metros de altura. Son características sus espinas cortas, erectas y muy punzantes. 


El nombre de tezpecohuite proviene de la palabra tezcouahuitl, lengua náhuatl, que significa "árbol del cerro que sangra". Para los mayas no tenía secretos y utilizaban el polvo de su corteza sobre las heridas y quemaduras, calmando el dolor y acelerando su curación, evitando incluso la aparición de cicatrices. Por sus propiedades regeneradoras de la piel para los mayas se trataba de un árbol sagrado. A través de las tradiciones populares su conocimiento no se perdió y ha llegado hasta nosostros.
Sus propiedades son múltiples:
- Potente cicatrizante, se utiliza para sanar quemaduras poco profundas, en quemaduras más graves se ha observado una aceleración de la regeneración de la epidermis y cese del dolor, activando la micro-circulación.
- Antioxidante.
- Analgésico.
- Ayuda a mantener los poros cerrados.
- Antiinflamatorio de la piel.
- Antiséptico.
- Antimicótico, combate los hongos.
- Regenerativo celular
- Rejuvenecedor.
- Antibiótico.




En este caso lo he utilizado en una crema de noche, así aprovechamos todas sus propiedades mientras la piel "descansa" y se regenera. Además de las propiedades anteriores ayuda a eliminar manchas, suaviza la piel, en caso de pieles irritadas las calma y junto con los demás ingredientes ayuda a mantener la piel nutrida e hidratada.
He utilizado aceite de rosa mosqueta, otro poderoso regenerante, aceite de coco fraccionado, que ayuda a la penetración en la piel y aceite de macadamia, también muy penetrante y entre otras propiedades estimula la microcirculación local, es emoliente nutritiva y anti-deshidratación.
Con infusión de caléndula, ácido hialurónico, colágeno, extracto hidroglicerinado de tezpecohuite, vitamina E y aceites esenciales de lavanda, incienso y palorosa. 
Vamos que después de una larga jornada, lavarse la carita con un estupendo jabón natural, darse la crema y a descansar te repone las pilas y te levantas con otra cara... aunque sea la misma pero más suave, hidratada... Una maravilla ¡Que voy a decir yo!



lunes, 21 de abril de 2014

Crema de Lilas

Fuente: Internet
Cuenta la leyenda que la ninfa Sirynga enamoró al dios Pan, mitad hombre, mitad cabra y ella antes de caer en las redes del libidinoso dios mitológico, huyó cruzando montes y bosques y al acercarse a la orilla de un hermoso lago imploró ser convertida en un perfecto lilo. El dios al no conseguir su propósito arrancó una rama del lilo y se hizo un flauta, poniéndose a tocarla como venganza.
Las lilas son una de las flores que más han atraido a las culturas de todos los tiempos....




Y una amiga me pidió una crema corporal con su aroma porque le recordaba su infancia.... y así hice esta crema, con una aroma estupendo a lilas que me encanta. Ahora que las lilas están en pleno apogeo de belleza y aroma.




La nutrición e hidratación la aportan la manteca de karité y el aceite de almendras, ayudadas por la urea que evita la perdida de agua a través de la piel. Con una infusión de  caléndula y manzanilla para evitar irritaciones y calmar la piel.
Es ligera, se extiende muy bien, no engrasa y deja la piel suave con un fantástico aroma a lilas ummmm!!! A primavera...

viernes, 11 de abril de 2014

Jabón de Arcillas y Avena

Este jabón, como su nombre indica, además de avena lleva tres arcillas: arcilla blanca o caolín, arcilla verde y arcilla roja.
Las arcillas le dan a los jabones una textura muy suave y espumosa. Este hay quien lo utiliza como jabón de afeitado.
Las virtudes de las arcilla son múltiples tanto a nivel interno como externo: contienen múltiples minerales, son absorbentes, desinfectantes, tienen propiedades antiinflamatorias, limpiadoras y curativas. ¡Quien lo diría de las simples tierras! Pero la Naturaleza es así, lo más simple nos ofrece mucho.
En términos generales la arcilla es roca sedimentada terrosa constituida por agregados de silicatos de aluminio hidratados, prodedentes de la descomposición de rocas. Sus propiedades terapéuticas y su color varían en función de las cantidades y proporciones de minerales que contengan.

Arcilla roja
Es la más conocida posiblemente porque es la más abundante. Contiene silicato de aluminio y de magnesio. Su color se lo debe al alto contenido en óxidos e hidróxidos de hierro.
Tiene múltiples propiedades:
- astringente
- cicatrizante
- altamente absorbente lo que neutraliza y drena las impurezas en tejidos
- indicada en problemas circulatorios
- alivia dolores musculares y de artrosis
Indicada en:
- pieles con acné y puntos negros
- pieles sensibles, no reseca como otras arcillas (verde)
- limpia la piel y ayuda a la regeneración celular.
- combate la celulitis
- exfoliante
- tonificante de la piel
- problemas de sudoración excesiva

Arcilla verde
Es muy rica en óxidos de hierro ferroso y magnesio, además de oligoelementos como el silicio, potasio, fosfatos y otros minerales. Entre sus propiedades destacan:
- aporta elasticidad a la piel.
- es cicatrizante
- elimina impurezas limpiando los poros
- posee un gran poder de absorción por lo que es conveniente utilizar en pieles mixtas y grasas
- es cicatrizante y desinfectante
- ayuda a eliminar la celulitis

Arcilla blanca
Es muy rica en aluminio, pero pobre en oligoelementos y no contiene fósforo, cloro ni zinc. Es  la arcilla de mayor pureza.
- Tiene un efecto más purificante que la arcilla verde
- Ideal para pieles secas y mates
- Astringente y aporta luminosidad a la piel
- Limpia de impurezas y regenera las células
- Tiene efecto blanqueador
- Actúa como desodorante natural

Como veis son muchas sus propiedades y muy beneficiosas para la piel, por eso quise combinarlas en este jabón. 
Tiene un sobreengrasado del 5%, que le va muy bien a las pieles grasas y mixtas, pero sin resecar en exceso.
Los aceites esenciales de árbol de té y litsea cubeba complementan las propiedades antibacterianas y cicatrizantes ayudando a reparar la piel dañada.



Ingredientes: oleato de caléndula en aceite de oliva y girasol, aceite de coco, aceite de palma, arcillas blanca, verde y roja, avena coloidal, leche de avena, NaOH, aceites esenciales de árbol de té y litsea cubeba.