martes, 9 de mayo de 2017

Mi primera pasta de dientes

Llevaba tiempo con ganas de hacer una pasta de dientes, pero por falta de tiempo y decisión ahí quedaba relegada. He empezado con una sencilla e investigando he encontrado múltiples ingredientes que se pueden añadir, algunos más controvertidos que otros pero poco a poco iré combinando y cambiando.
En esta ocasión he elegido hacerla con arcilla. He elegido el caolín, era la que tenia a mano, es rica en sílice, purificante y no ralla el esmalte de los dientes, aunque hay mucho contrarios al uso de las arcillas. La verdad es que usado pastas comerciales bastante más abrasivas que esta o al menos es la sensación que me dejaban. También como abrasivo muy suave y ayuda a espesar la pasta he añadido carbonato calcico. El hidrolato de menta aporta frescura. La glicerina es otro elemento controvertido, he leido que ayuda a desmineralizar los dientes, aunque el 90% de las pastas comerciales la incluyen y en gran porcentaje en sus fórmulas. Aquí lo he utilizado pero tengo intención de sustituirla en la próxima ocasión. 
He añadido aceite de coco, por su capacidad de limpieza y antiséptica. Tenía miedo de que quedase grasa o se notase en la boca, pero no se nota nada.
Soy propensa a la aftas e inflamación de las encías, así que mejor antiséptico que el propoleo, un potente antimicrobiano, antiviral y fungicida. Y la verdad desde que la estoy usando no he tenido ningún problema ¿casualidad? Creo que no.
El aceite esencial de menta y clavo además de aroma y sabor añaden sus beneficiosas propiedades bactericidas, antivirales, antisépticas y anéstesicas. El clavo es utilizado desde antiguo en los problemas bucales y dentales.


Ha quedado una pasta ligera, fácil de utilizar, con una textura suave. Me gusta mucho como me deja los dientes, los noto suaves y limpios. Y lo mejor de todo no he vuelto a tener inflamación ni aftas que me fastidiaban cada poco.
Como culo inquieto que soy, seguiré probando ingredientes y sabores....