jueves, 20 de junio de 2013

Arena de Baño

Fuente: internet
Llega el veranito, aquí seguimos en un otoño-invierno eterno, y añoramos el sol, la montaña o la playita con sus olas, su brisa, su arena... que se te pega a la piel, a la toalla, el bikini....total que te la llevas a casa en la bolsa, las chanclas...para muchos un fastidio.
Fuente: Internet
Pues bien, para no añorarla durante el resto del año e ir preparándose para la playa, he hecho esta arena, que aunque se pegue a la piel no es molesta, al contrario.

Se añade al agua del baño y a disfrutar, te puedes masajear con ella, estimula la circulación. Acompañado con música relajante y unas velas... el paraíso.


Sus ingredientes son emolientes y ligeramente exfoliantes. Limpian y nutren la piel sin agredirla, dejándola suave e hidratada.


Preparada para ir de cabeza a una cesta de regalo.


Ingredientes: avena coloidal, bicarbonato, fécula de maíz, polvo de arroz, leche en polvo, aceite de almendras dulces, pétalos de rosa, aa.ee. de geranio, bergamota, frangipangi, lavanda y fragancia de rosas.


miércoles, 19 de junio de 2013

Espejo espejito.....

He tenido un poco abandonado el blog. He estado bastante liada y no hay tiempo para todo. Hoy quiero enseñaros un marco que hice hace unos cuantos años y me dio bastante trabajo... Recuerdo a mi abuela que cuando me veía pintando un día tras otros me decía "hija mía, cuanto trabajo te esta dando". Y si me lo dio, pero mereció la pena. Iba para la casa del pueblo, pero acepte el consejo de mi prima Mari y se ha quedado en casita.
Las pinturas son una réplica del calendario agrícola de las pinturas del Panteón Real de la Colegiata de San Isidoro de León. Una joya de tantas que tenemos en León y que no es muy conocida. Si alguien quiere puede visitar esta página: http://www.sanisidorodeleon.net/, es la página de la Colegiata. Y si visitáis León, que lo aconsejo, visita obligada.
El calendario es del siglo XII, está pintado en el intradós de un arco, y es la obra más conocida del Panteón. El autor retrata la vida de los lugareños a través de las distintas faenas que se hacían en cada mes.
En Noviembre (Novenber), la matanza del cerdo, que se sigue haciendo hoy en día, aunque cada vez menos.
En Septiembre (Setenber) la vendimia.


Marzo (Marcis) la poda de las vides y en Abril (Apriilis) plantando árboles. Y así a lo largo de los 12 meses del año.
Lo pinté sobre un tablero y en las esquinas un árbol simboliza las cuatro estaciones.
El marco está dorado con pan de oro, que si las pinturas dan trabajo, el pan de oro ni os cuento....
Estoy bastante contenta con el resultado. En una ocasión alguien que lo vio me dijo que si le pintaba uno... que me pagaba. Ni por esas, puedo disfrutar y sufrir mucho con lo que hago, pero no me gusta repetir, prefiero innovar y meterme en proyectos nuevos... sino sería rutina y obligación. Para eso ya tenemos el trabajo...

martes, 28 de mayo de 2013

Jabón de Neem

El árbol del Neem, Azadirachta índica, "la farmacia del pueblo" como la denominan los chamanes del Sudeste Asiático, que no van nada desencaminados, es originario de los países de Asia meridional. Ha sido utilizado como medicina desde tiempos remotos y son múltiples las referencias sobre su eficacia de sus tratamientos que aparecen en los escritos de medicina ayurvédica.
Se utilizan todas sus partes: corteza, hojas, fruto, flores y raíces y cada una con aplicaciones muy beneficiosas que van desde plangicida hasta anticonceptivo.
La corteza es útil para las enfermedades bucodentales, la tos, perdida de apetito, fatiga y parásitos intestinales. Cura las heridas y es útil en enfermedades de la piel.
Las hojas, según el Ayurveda, ayuda en el tratamiento de los dolores neuromusculares, también están indicadas para eliminar toxinas, purificar la sangre y prevenir el daño causados por los radicales libres. En caso de mordedura de serpientes y picaduras de insectos.
Los frutos son purgantes y antihemorroidales.
De las semillas se extrae el aceite, un gran producto medicinal.
El árbol de Neem se puede utilizar tanto de forma interna en infusiones o preparados y de forma externa para tratar problemas de la piel, que es lo que en este caso nos interesa.
Su aceite es rico en ácido oleico, que de da propiedades emolientes. Es un potente antibacteriano y muy activo con los hongos y aleja ciertos parásitos de la piel. Y combinado con el árbol de té una fórmula excelente contra el herpes labial, de lo que doy fe.
En pieles con psoriasis, que es para lo que hice este jabón, ayuda a suavizar y nutrir la piel. Alivia los picazones e irritaciones que produce.
También seria un jabón perfecto para pieles con problemas como eccemas.
Lo peculiar de este aceite es el olor, no tolerado por todo el mundo, y difícil de disimular, aunque por sus fantásticas propiedades, merece la pena su uso a pesar del olor.
Personalmente no me molesta y combinado con otros aceites esenciales puede pasar más desapercibido. De hecho hice una emulsión para una niña con eccema en la piel, con el temor de que el olor no le gustase y al contrario, estaba encantada.
Para potenciar sus propiedades emolientes le añadí mantecas de karité y de hueso de albaricoque, muy suave y con gran capacidad de penetración en la piel, que ayuda a mantener la piel hidratada, suave y flexible.
Los aceites esenciales además de darle aroma tienen propiedades antisépticas y antiinflamatorias.


Para complementar la labor del jabón en la piel, una emulsión también de Neem, que ayuda a mantener la nutrición y flexibilidad de la piel.
Indicado para pieles con psoriasis, agrietadas, rugosas y muy secas. También es un potente cicatrizante.


I
ngredientes: aceites de oliva, coco, palma y neem, mantecas de karité y hueso de albaricoque, leche de avena, NaOH, aloe vera, caolín, sales del Mar Muerto, aa.ee. de árbol de té, romero, bergamota y cedro.

martes, 21 de mayo de 2013

Jabón de vino tinto




La historia de la vid y el vino, es tan antigua como la humanidad. Hallazgos arqueológicos recientes corroboran que en épocas prehistóricas ya sabían con toda seguridad como cultivarla. Se han descubierto antiguos escritos de culturas arcaicas, como los papiros del antiguo Egipto o las tablas de arcilla cuneiforme de Babilonia, donde ya se menciona el fruto fermentado de la vid. Desde la prehistoria, el vino es el protagonista de las ceremonias religiosas y festivas y ha acompañado la evolución de otras ciencias, como la medicina.


Encontramos referencias al vino desde Homero, quién citaba los afamados vinos de la antigua Grecia hasta el celta romanizado Virgilio o Aristóteles cuando describía cómo le ponían aromas, frutas y flores. Uno de los padres de la Medicina, el griego Hipócrates, lo recomendaba a sus pacientes. Incluso en la Biblia aparecen referencias al vino, (en el Libro del Génesis (9:20), cuando el patriarca Noé plantó después del diluvio una viña en el monte Ararat en la ubicación del actual monasterio de Ethmiadin (Armenia).


Es gracias a sus propiedades, que conocían perfectamente, el que tantas civilizaciones hayan tenido presente este manjar y esta bebida en sus vidas. 

 

En mi vida también ha estado presente el vino, aunque no soy consumidora habitual de vino. Recuerdo la vendimia en casa de mis abuelos, como nos gustaba pisar la uva en el lagar. El olor del mosto y después del vino. Y ese vasín de vino a media mañana que mi abuelo se tomaba cuando "echaba las 10". En León son típicas las cuevas o bodegas escavadas en el terreno, donde se pisa y se guarda el vino. Parece que las casas de los hobbits están inspiradas en esta construcción.

Curiosamente, la vid para crecer necesita poca agua pero una gran cantidad de sol. Es decir nos provee de la energía del sol de primavera-verano para los fríos meses del invierno. Da calor interno a nuestro organismo.
Es una de las piezas fundamentales en la dieta mediterránea. Siempre se ha dicho que esta dieta ayuda a mantener un corazón sano. Gracias al estudio científico del vino, hoy se afirma, que entre otras muchas cualidades el vino ayuda al sistema circulatorio. Esto es debido a los abundantes flavonoides y pigmentos antociánicos, que le confieren acción protectora sobre los capilares sanguíneos y hemostáticos. Pero el descubrimiento más sorprendente del vino ha sido uno de sus componentes: el resveratrol.

Se encuentra sobre todo en la piel y en la semilla. Por ello el vino tinto es más rico en este componente, ya que para su maceración se utiliza la uva entera, mientras que en la del blanco estas son descartadas.
Este componente junto a otros flavonoides, polifenoles y taninos hacen que el vino de uva roja tenga entre otras muchas,  las siguientes propiedades cosméticas:

- Es un potente y perfecto antioxidante, que ayuda a neutralizar los radicales libres, responsables de las arrugas, "patas de gallo", manchas, flacidez, etc...

 - Usado externamente es uno de los mejores humectantes de la piel, pues hidrata y recupera de los efectos de la sequedad.

- Griegos y romanos lo llevaban con ellos - además de para bebérselo- como antiséptico para desinfectar las heridas. El poder antiséptico se debe más que al alcohol etílico y a los ácidos, a una antocianidina, la malvidina, que en las uvas se encuentra en forma de glucósido inactivo y polifenoles vitamínicos.




Este jabón tiene como un ingrediente fundamental un vino tinto, infusionado con especias: clavo, canela, nuez moscada y anís.  Los aceites le aportan las propiedades ideales para nutrir e hidratar la piel y los aceites esenciales el toque más potente, masculino y el aroma a campo.


Ingredientes: aceites de oliva, coco, ricino, almendras, palma y girasol, manteca de cacao, ácido esteárico, vino tinto y especias, NaOH, aa.ee. de romero, cedro y patchuli


lunes, 13 de mayo de 2013

Jabón de Canela

Con un suave aroma a canela y anís, que lo adorna, despierta los sentidos. Se ha comprobado que la canela tiene efectos relajantes y se utiliza desde hace mucho tiempo para eliminar el estrés y como potente relajante natural. Y es conocida su fama como afrodisiaco.


Los aceites utilizados le dan unas propiedades suavizantes y emolientes  que hidratan y nutren nuestra piel, con acción antiarrugas y antiestrías, en especial el aceite de oliva y la manteca de cacao.
El aceite de palma además actúa como antioxidante y ayuda a las pieles con eccemas. Junto con el aceite de maíz le da un alto acondicionado al jabón, limpian suavemente y recomponen la capa lipídica de la piel.
A la limpieza de impurezas de la piel también contribuye el aceite de ricino que es muy beneficioso para las pieles secas.
La canela es una de las especias que mayor capacidad antioxidante tiene debido a su elevada concentración en compuestos fenólicos, similares a los contenidos en el vino tinto, y la presencia de flavonoides en su composición, semejantes a los contenidos en los arándanos.
Se ha comprobado que el aceite de canela tiene fuertes efectos inhibitorios del crecimiento de hongos y además, se está intentando confirmar su capacidad antibacteriana.


En la composición de la canela destaca la presencia de vitamina C, vitamina B1, hierro, potasio, calcio y fósforo, por lo que, aunque se consume en escasas cantidades debido a su intenso sabor, nos brinda un conjunto de vitaminas y minerales esenciales para nuestro cuerpo.
Incluso, su poder antiinflamatorio permite que el extracto de canela se utilice en cremas para calmar dolores de articulaciones o molestias musculares. Además, se ha utilizado en enfermedades respiratorias para aliviar la congestión, la tos y los síntomas de resfriado.
Como resultado un estupendo jabón para la piel, con un suave aroma que nos deja la piel limpia, suave e hidratada. Una joya en el baño.




Ingredientes: Oleato de canela en aceite de oliva y maíz, aceites de coco, palma, ricino y manteca de cacao, infusión de escaramujos (rosa mosqueta), NaOH, aa.ee. de canela, bergamota, tintura de benjuí, vitamina E y piel de naranja en polvo.