Ha llegado el otoño con su caída de hojas y como no de pelo. Además después de unas mechas hay que mimar el cabello. Ya he dicho en otras ocasiones que no me entusiasmaban las mascarillas (comerciales) porque me engrasaban el pelo y no había manera de aclararlo bien, o al menos, eso me parecía a mi. Pero al potinguear por mi cuenta he conseguido las mascarillas que me gustan, que dejan el pelo limpio, sedoso y sin apelmazarlo y se aclaran en un "plis plas".
En esta ocasión he probado con un ingrediente utilizado desde siempre en el cuidado del cabello: la miel. Por sus propiedades antioxidantes y astrigentes protege el cabello de la sequedad, le aporta brillo y lo nutre evitando que se vuelva quebradizo.
Acompañando a la miel los aceites de coco, mostaza y jojoba. Tres aceites importantes en el cuidado del cabello, el aceite de coco es nutritivo, el aceite de mostaza además de nutrir estimula su crecimiento y el aceite de jojoba regula la grasa.
Y ya para remate proteínas de arroz que aporta fuerza y volumen evitando la deshidratación.
Todo unido al acondicionador BTMS de origen vegetal que unifica la fibra capilar desenredando el cabello que queda suave y sedoso.
El aroma lo aporta el ylang ylang, el aceite esencial del cabello por excelencia.
El resultado: con poquita cantidad el pelo se desenreda con facilidad y no se apelmaza. Me gusta mucho el tacto limpio que le queda al pelo después de usar un champú sólido que no pierde en combinación con la mascarilla.
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