lunes, 28 de enero de 2019

Mascarilla Matizante para Cabellos Blancos y Rubios

Hoy vengo con un experimento. Se han puesto muy de moda los cabellos grises, ahora que he decidido dejarme mi tono natural que es, como no, canoso. En el proceso de "blanqueo" me he hecho unas mechas que debido a lo rebelde de mi pelo, azabache puro y duro, no cogen el tono claro ni queriendo, así que tengo a la peluquera loca. Ahora he llegado a un punto en que ya me quedo así y lo que el pelo quiera. Y como el pelo tiende a amarillear y coger tonos raros hay que compensarlo con un matizante azul. La verdad es que no me apetece, ahora que estoy encantada con mi champú sólido y mis mascarillas, utilizar uno comercial que mejorase el aspecto del cabello, así que toca experimentar.
Ya presenté un champú para cabello con canas aquí. He vuelto ha hacerlo añadiéndole polvo de arándanos que por su alto contenido en antocianinas ayuda en la pigmentación azul además de ser antioxidantes.
Para complementar al champú decidí probar una mascarilla y la verdad es que estoy contenta con el resultado.




La base oleosa son los aceites de jojoba, coco y pepita de uva. Una infusión con romero y polvo de arándanos, para ir cogiendo color. 
Para ayudar con el color azul colorante mineral azul y más polvo de arándanos. El acondicionador y emulsionante BTMS  y proteínas de seda que aportan suavidad al cabello sin apelmazarlo. Un toque de ylang ylang y gardenia
El resultado me ha gustado aunque la próxima vez reduciré o al menos lo intentare el polvo de arándanos más en polvo porque es un poco grueso y se encuentra. Sin decir yo nada algunas personas si han notado el cambio de tono, que aunque no es muy significativo le da otro punto. Yo tampoco quiero que se note en demasía o que me quede violeta-azulado. Así que ya tengo mi combinación para mimar mi cabello con sus nuevos tonos.


miércoles, 16 de enero de 2019

Crema Facial Sangre de Dragón

Pata de cabra y melena de león. Con ese nombre tan evocador y brujeril vuelvo a las andadas. Tenía ganas de probar la sangre de dragón con la que formulé una crema para mi amiga Rosa, que ella si la tenía y quería probarlo. Después se me olvidó, pero en uno de los último pedidos me acorde y aquí lo tengo.
A pesar de ese nombre tan rimbombante y de aparecer en la etiqueta que le he hecho no tiene nada que ver con los dragones de cuentos y leyendas.


Es la resina o látex del Croton lechleri, un árbol nativo de América del Sur. Este látex espeso y rojo tiene propiedades medicinales. Es muy utilizado por la población indígena y uno de sus usos es como vendaje líquido, aplicado para sellar heridas. También se conocen sus propiedades antioxidantes y regenerantes, lo que ayuda a la reparación de la piel gracias a compuestos como la taspina. Estimula la síntesis de colágeno, restaura la piel madura. Es una estupenda ayuda en reducir la aparición de estrias.
En este caso lo he utilizado en un crema facial. He unido tres aceites que me gustan mucho para el rostro: jojoba, aguacate y algodón, poderosos antioxidantes, ayudan a las pieles maduras a mantener la elasticidad y el tono. 
Hidrolato de lavanda, que me gusta enriquecer la parte acuosa de la crema y la lavanda va genial. Además de la sangre de dragón la he añadido ácido hialurónico.
En esta ocasión los emulsionantes han sido el MF y VE que dan una textura rica y suave a la crema.
Un toque de aceite esencial de fragonia le da el aroma y sus ricas propiedades.



lunes, 26 de noviembre de 2018

Guardareglas

Hacía tiempo que andaba con la idea de hacer una funda para guardar las reglas de patchwork porque sino acaban con las esquinas rotas como me ocurre con la más antigua que tengo. La primera que hice antes del verano fue la de la pequeña porque la tengo en el  costurero y es más fácil que se estropee. 


La técnica es muy fácil, me inspiré en los guardabanicos de la página Mi baúl de labores. Es sencillo de hacer y queda muy bien. La tela hace mucho que la tengo y va genial para este proyecto.


Las telas de la funda grande las compré hace poco en la tienda de Violeta, amiga y maestra, y me encantaron. Así que el domingo me armé de ganas y ya tengo donde guardar las reglas. Aquí me complique un poco más haciendo dos bolsillos, para diferentes reglas o lo que surja en el futuro.
Las telas son bastante vistosas así que no le añadí más adornos.




miércoles, 21 de noviembre de 2018

Ungüento de Andiroba y Copaiba

Este nombre tan exótico se lo debe a dos de sus ingredientes, si, bastante exóticos. El ungüento de golpes y dolores funciona estupendamente, pero una es curiosa y tiene que experimentar y probar nuevas cosas, así que formulé un nuevo ungüento. 
El olor no me agrada tanto con el otro, eso va en gustos, y funciona también fenomenal. Proporciona un gran alivio para los dolores musculares.

Lo primero que hice fue preparar un oleato con árnica, cúrcuma y jengibre. Ingredientes con propiedades antiinflamatorias y analgésicas.
Aparte hice otro oleato con guindilla fuente de capsicina o capsaicina que tiene efecto analgésico debido a que logra "desactivar" el neurotransmisor que manda señales de dolor al cerebro. 
Una vez hechos los oleatos listos para mezclar con el resto.
El aceite de andiroba se obtiene de los frutos de la Carapa guianensis que crece en la zona del Amazonas. Es utilizada desde siempre por los pueblo indígenas para las infecciones de la piel, la inflamación de las articulaciones y para eliminar los insectos. Estudios recientes han constatado la presencia de limonoides, compuestos con propiedades antiinflamatorias y calmantes muy potentes.

Otro aceite con características similares es el tamamu o calophylla. Extraido del Calophyllum inophyllum que crece en Asia. En la Polinesia le llaman tamamu, donde la utilizan para tratar la infecciones de la piel. Además de las propiedades antiinflamatorias y analgésicas que nos interesan en este ungüento, protege la piel de infecciones y favorece la circulación sanguínea, por lo que es muy efectiva a la hora del masaje.
También estimula la circulación sanguínea el bálsamo de copaiba, una oleorresina extraida del Copaifera officinalis que crece en las Antillas y la cuenca del Amazonas. Es un poderoso antiinflamatorio y analgésico.
Los aceites esenciales también tienen las mismas propiedades: jenjibre, trementina, gaulteria y alcanfor.
Lo solidificamos al gusto con cera de abejas
El resultado: un bálsamo suave, fácil de extender con masaje que calma los dolores musculares y de articulaciones. Yo lo utilizo en el cuello y espalda, alivia la tensión y aunque como ya he dicho, me gusta más el aroma del otro, suelo alternarlos.



martes, 13 de noviembre de 2018

Mascarilla Capilar de Miel

Ha llegado el otoño con su caída de hojas y como no de pelo. Además después de unas mechas hay que mimar el cabello. Ya he dicho en otras ocasiones que no me entusiasmaban las mascarillas  (comerciales) porque me engrasaban el pelo y no había manera de aclararlo bien, o al menos, eso me parecía a mi. Pero al potinguear por mi cuenta he conseguido las mascarillas que me gustan, que  dejan el pelo limpio, sedoso y sin apelmazarlo y se aclaran en un "plis plas".
En esta ocasión he probado con un ingrediente utilizado desde siempre en el cuidado del cabello: la miel. Por sus propiedades antioxidantes y astrigentes protege el cabello de la sequedad, le aporta brillo y lo nutre evitando que se vuelva quebradizo.
Acompañando a la miel los aceites de coco, mostaza y jojoba. Tres aceites importantes en el cuidado del cabello, el aceite de coco es nutritivo, el aceite de mostaza además de nutrir estimula su crecimiento y el aceite de jojoba regula la grasa. 
Y ya para remate proteínas de arroz que aporta fuerza y volumen evitando la deshidratación.
Todo unido al acondicionador BTMS de origen vegetal que unifica la fibra capilar desenredando el cabello que queda suave y sedoso. 
El aroma lo aporta el ylang ylang, el aceite esencial del cabello por excelencia.
El resultado: con poquita cantidad el pelo se desenreda con facilidad y no se apelmaza. Me gusta mucho el tacto limpio que le queda al pelo después de usar un champú sólido que no pierde en combinación con la mascarilla.