En el enlace están los ingredientes y aquí os pongo las fotos del último que he hecho, esta vez lo he adornado con semillas de amapola, que en uno próximo serán ingrediente fundamental.
Un rincón, al fondo de este gran espejo que es el mundo, donde os mostraré algunas de las cosas que me gusta hacer. Hay de todo un poco, fotografía, viajes, costura y el maravilloso mundo de los jabones y potingues, con el que me estoy ganando el nombre de brujilla que llevo muy bien. ¡Bienvenidos a mi rincón!!!
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viernes, 22 de abril de 2016
Mi favorito
Si tuviese que eligir un solo jabón de los que he hecho, difícil la verdad, tengo claro que sería este. Es el jabón de rosa mosqueta y dos arcillas. Me encanta, me encanta su textura, su aroma, como me deja la piel...así que no me canso de hacerlo y disfrutarlo.
En el enlace están los ingredientes y aquí os pongo las fotos del último que he hecho, esta vez lo he adornado con semillas de amapola, que en uno próximo serán ingrediente fundamental.
En el enlace están los ingredientes y aquí os pongo las fotos del último que he hecho, esta vez lo he adornado con semillas de amapola, que en uno próximo serán ingrediente fundamental.
viernes, 11 de abril de 2014
Jabón de Arcillas y Avena
Este jabón, como su nombre indica, además de avena lleva tres arcillas: arcilla blanca o caolín, arcilla verde y arcilla roja.
Las arcillas le dan a los jabones una textura muy suave y espumosa. Este hay quien lo utiliza como jabón de afeitado.
Las virtudes de las arcilla son múltiples tanto a nivel interno como externo: contienen múltiples minerales, son absorbentes, desinfectantes, tienen propiedades antiinflamatorias, limpiadoras y curativas. ¡Quien lo diría de las simples tierras! Pero la Naturaleza es así, lo más simple nos ofrece mucho.
En términos generales la arcilla es roca sedimentada terrosa constituida por agregados de silicatos de aluminio hidratados, prodedentes de la descomposición de rocas. Sus propiedades terapéuticas y su color varían en función de las cantidades y proporciones de minerales que contengan.
Arcilla roja
Es la más conocida posiblemente porque es la más abundante. Contiene silicato de aluminio y de magnesio. Su color se lo debe al alto contenido en óxidos e hidróxidos de hierro.
Tiene múltiples propiedades:
- astringente
- cicatrizante
- altamente absorbente lo que neutraliza y drena las impurezas en tejidos
- indicada en problemas circulatorios
- alivia dolores musculares y de artrosis
Indicada en:
- pieles con acné y puntos negros
- pieles sensibles, no reseca como otras arcillas (verde)
- limpia la piel y ayuda a la regeneración celular.
- combate la celulitis
- exfoliante
- tonificante de la piel
- problemas de sudoración excesiva
Arcilla verde
Es muy rica en óxidos de hierro ferroso y magnesio, además de oligoelementos como el silicio, potasio, fosfatos y otros minerales. Entre sus propiedades destacan:
- aporta elasticidad a la piel.
- es cicatrizante
- elimina impurezas limpiando los poros
- posee un gran poder de absorción por lo que es conveniente utilizar en pieles mixtas y grasas
- es cicatrizante y desinfectante
- ayuda a eliminar la celulitis
Arcilla blanca
Es muy rica en aluminio, pero pobre en oligoelementos y no contiene fósforo, cloro ni zinc. Es la arcilla de mayor pureza.
- Tiene un efecto más purificante que la arcilla verde
- Ideal para pieles secas y mates
- Astringente y aporta luminosidad a la piel
- Limpia de impurezas y regenera las células
- Tiene efecto blanqueador
- Actúa como desodorante natural
Como veis son muchas sus propiedades y muy beneficiosas para la piel, por eso quise combinarlas en este jabón.
Tiene un sobreengrasado del 5%, que le va muy bien a las pieles grasas y mixtas, pero sin resecar en exceso.
Los aceites esenciales de árbol de té y litsea cubeba complementan las propiedades antibacterianas y cicatrizantes ayudando a reparar la piel dañada.
Ingredientes: oleato de caléndula en aceite de oliva y girasol, aceite de coco, aceite de palma, arcillas blanca, verde y roja, avena coloidal, leche de avena, NaOH, aceites esenciales de árbol de té y litsea cubeba.
jueves, 11 de abril de 2013
Jabón Dos Arcillas y Rosa Mosqueta
Este jabón me encanta. Me gusta mucho para el rostro. Es muy cremoso y deja la piel como el terciopelo. Después de lavarte la cara no tienes la sensación de tirantez ni piel reseca que dejan los jabones convencionales que parece que te has hecho un lifting.
No le he añadido ningún tipo de colorante, son los colores que le otorga la arcilla roja y la blanca.
Gracias a las arcillas limpia y purifica la piel y los aceites hacen el trabajo de hidratación y nutrición.
La arcilla blanca, también llamada caolín, tiene un alto poder desintoxicante, antibacteriano y cicatrizante. Es el aliado perfecto para eliminar las impurezas de la piel y regenerarla. Proporciona luminosidad y deja la piel suave y lisa, ayudando a aclarar las manchas de la pie. Recomendable para pieles secas.
La arcilla roja, debe su color, su nombre al contenido en óxidos e hidróxidos de hierro. También contiene silicato de aluminio y silicato de magnesio, lo que le otorga propiedades astringentes, antiinflamatorias y descongestivas. Es altamente cicatrizante, muy absorbente por lo neutraliza y drena las impurezas de los tejidos. Es muy recomendable utilizarla en pieles con acné, ya que ayuda a eliminar puntos negros y espinillas y a regenerar las células. Es un exfoliante ideal. Tonifica y da vitalidad a nuestra piel.
Esta recomendada para piernas con varices, alivia el dolor en zonas inflamadas y con artrosis. También ayuda si tenemos problemas de exceso de sudoración y calma los dolores musculares.
Y si a estas propiedades le sumamos las de los aceites, en especial la rosa mosqueta, que es un excelente regenerador celular, ayuda a la disminución de la pigmentación de la piel reduciendo las manchas y sus otros muchos beneficios, conseguimos un jabón estupendo.
Además lo he enriquecido con leche de coco que le proporciona una gran cremosidad, dando un espuma que parece crema.
El aroma sutil de muguet y frangipangi, me parece el ideal para este jabón.
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