Llega el otoño, cambiamos de aires, de ropa y porque no de crema. Esta es una crema que hecho varias veces y me gusta mucho, deja la piel nutrida sin engrasarla y tiene un aroma muy sutil.
Lleva dos aceites estupendas: arroz y jojoba.
El aceite de arroz es un potente antioxidante porque es rico en ácido ferúlico y gamma-orizanol, 10 veces más potente que la vitamina E. Su acción reparadora se la debe a los fitoesteroles que además reducen la inflamación. También contiene carotenoides, enzimas y minerales. Es un aceite de tacto seco que deja la piel suave, es calmante y relajante y activa la microcirculación. Protege de las agresiones exteriores y previene el envejecimiento.
El aceite de jojoba, que no es un aceite sino una cera que se extrae de las semillas del Simmondisia chinensis. Tiene una composición diferente al resto de aceites y es la más parecida al sebo humano, de ahí su afinidad con la piel y el cabello, regulando la grasa. Evita la deshidratación y revitaliza tanto la piel como el pelo aportándoles brillo y suavidad. Es regenerante y antienvejecimiento manteniendo la flexibilidad y elastidad de la piel.
Cuando hago una crema no me gusta añadirle únicamente agua destilada o mineral. Suelo añadir hidrolatos o infusiones, en este caso hidrolato de lavanda y azahar. con múltiples beneficios para la piel.
Fuente: internet |
Una fruta de otoño que ahora están en su esplendor es la granada, así que mejor que un HG de granada para enriquecer la crema. Sigo añadiendo antioxidantes para prevenir el envejecimiento de la piel. Evita la formación de arrugas, calma y regenera la piel irritada. La granada es un estupendo aliado de nuestra salud..
Para rematar las propiedades antioxidantes y antienvejecimiento la coenzima Q10.
El aroma se lo aportan los aceites esenciales de lavanda y palo rosa.
Y ya tenemos una estupenda crema para sobrellevar el otoño y si hemos descuidado un poco nuestra piel este verano ahora es el momento ideal para su puesta a punto.