Hoy vengo con un experimento. Se han puesto muy de moda los cabellos grises, ahora que he decidido dejarme mi tono natural que es, como no, canoso. En el proceso de "blanqueo" me he hecho unas mechas que debido a lo rebelde de mi pelo, azabache puro y duro, no cogen el tono claro ni queriendo, así que tengo a la peluquera loca. Ahora he llegado a un punto en que ya me quedo así y lo que el pelo quiera. Y como el pelo tiende a amarillear y coger tonos raros hay que compensarlo con un matizante azul. La verdad es que no me apetece, ahora que estoy encantada con mi champú sólido y mis mascarillas, utilizar uno comercial que mejorase el aspecto del cabello, así que toca experimentar.
Ya presenté un champú para cabello con canas aquí. He vuelto ha hacerlo añadiéndole polvo de arándanos que por su alto contenido en antocianinas ayuda en la pigmentación azul además de ser antioxidantes.
Para complementar al champú decidí probar una mascarilla y la verdad es que estoy contenta con el resultado.
La base oleosa son los aceites de jojoba, coco y pepita de uva. Una infusión con romero y polvo de arándanos, para ir cogiendo color.
Para ayudar con el color azul colorante mineral azul y más polvo de arándanos. El acondicionador y emulsionante BTMS y proteínas de seda que aportan suavidad al cabello sin apelmazarlo. Un toque de ylang ylang y gardenia.
El resultado me ha gustado aunque la próxima vez reduciré o al menos lo intentare el polvo de arándanos más en polvo porque es un poco grueso y se encuentra. Sin decir yo nada algunas personas si han notado el cambio de tono, que aunque no es muy significativo le da otro punto. Yo tampoco quiero que se note en demasía o que me quede violeta-azulado. Así que ya tengo mi combinación para mimar mi cabello con sus nuevos tonos.