Estamos en primavera, que la sangre altera y como no, la piel también, sobre todo las pieles jóvenes, muy jóvenes con alteraciones hormonales. Las pieles grasas para los adolescentes son un fastidio. Quien no ha pasado por el trance de levantarse con un grano del tamaño de uno de café (aunque solo fuese en nuestro subconsciente) en el que todo el mundo se fija, es lo único de tu cara que se ve. Y se buscan todo tipo de tratamientos, remedios y soluciones y cuanto más rápidas mejor.
Con los años y la experiencia he llegado a la conclusión que no es cuestión de rapidez o inmediatez. Las mejores soluciones son a largo plazo y sobre todo constancia. Muchos de esos remedios y tratamientos lo único que hacen es deshidratar la piel que a su vez reacciona produciendo más grasa. Para mí lo fundamental es una rutina de limpieza, hidratación y nutrición adecuado a cada momento y edad de la piel. Los jóvenes no suelen ser constante en eso, pero es muy importante. Si se acostumbran a ello antes de que los granos aparezcan se pueden ahorrar muchos problemas. Y no podemos olvidar la alimentación, que parece que no, pero influye y mucho. Si el problema se agrava y a pesar de todos los esfuerzos por mejorar la piel aparece el acné hay que acudir al médico.
Este tónico es ideal para esas pieles jóvenes que empiezan con granitos y puntos negros. En muchos artículos he leído que cuando se tiene la piel grasa no se debe utilizar jabón para su limpieza, cosa con la que discrepo, siempre y cuando el jabón sea natural y adecuado. No se puede comparar un jabón natural con una pastilla de jabón comercial. Un buen ejemplo es el jabón charcoal. El tónico aporta hidratación y frescor tras el jabón o una pasta limpiadora como la de ortiga y romero. Y después una crema para nutrir la piel.
Como base para el tónico hidrolato de hammamelis, jara y limón que puede sustituirse por lavanda si vamos a exponer la piel a los rayos solares. Son hidrolatos astringentes que ayudan a que los poros se mantengan cerrados y limpios.
No vamos a prescindir de los aceites, de comino negro o nigella, un regulador del sebo de la piel natural y aceite de ricino sulfatado, un aceite soluble en agua y que ayuda a a dispersar los aceites esenciales.
Glicerina vegetal para hidratar. Alantolina que calma, hidrata y repara la epidermis.
Para desinfectar y evitar que los granitos se extiendan aceite esencial de árbol de té, romero y bergamota.
Ahora solo hace falta constancia y paciencia que los resultados se ven, una piel limpia y sana.
Ingredientes: agua de hammamelis, agua de limón, agua de jara, glicerina, a. ricino sulfatado, a. comino negro, a.e. árbol de té, ae. romero, a.e. bergamota, conservante, alantolina