Ahora que ya se paso la fiebre de San Valentín y han dejado de invadirnos los corazones, vengo yo con los míos.
Son de cacao y leche de cabra, huelen ligeramente a cacao y chocolate y dan ganas de darles un mordisco.
Es el mismo que hice como detalle para una cena que tuvimos un grupo de amigas.
Le dí un 10% de sobreengrasado para que quedara más cremoso y el resultado me gusta.
Aparte de la cantidad de minerales y vitaminas que contiene la leche de cabra el ácido láctico actúa como exfoliante suave y natural. Su suero estimula la producción de colágeno, y las bioproteinas y la biotina son protectores de la piel frente a las agresiones externas además de ser un estupendo antiarrugas y renovador celular.
Junto con el resto de ingredientes por sus características ayudan a mantener la hidratación de la piel evitando que se reseque, agriete y arrugue.
Tengo un molde pequeño de bombones y no me pude resistir a hacerlos. Tendré que tener cuidado porque algún goloso puede echar espuma por la boca.
Ingredientes: oleato de caléndula en aceite de oliva, aceites de coco y almendras, mantecas de cacao y karité, leche de cabra, cacao, NaOH,aromas de chocolate y vainilla.