martes, 23 de abril de 2013

Cesta de Cumpleaños


Esta cesta es el regalo de cumpleaños de mi cuñada. La encanta el baño, así que como ya había probado los fondant, le he hecho arena de baño. Y para después unas barritas de masaje con forma de bombón...espero que no le de por darles un mordisco. Me encantan, tienen un suave aroma a franguipani y dejan la piel estupenda.
También le hice una pasta limpiadora con almendras dulces, un suave exfoliante para un rostro limpio, limpio.
Para que esté entretenida y tenga más opciones Agua Micelar también para limpiar el cutis y Leche Virginal, un estupendo tónico con múltiples usos.
Lo acompaño con un jabón de cerveza, dos jabones cupcakes  y se me olvido en la foto, una emulsión para las manos.


Espero que la guste, porque no se lo he podido dar en mano y no hemos hablado...




lunes, 22 de abril de 2013

Jabón de avena y caléndula

Relacionado con el baño de los bebés, este jabón es el ideal para el baño de los peques. Un castilla con aceite de oliva (oleato de caléndula) y aceite de almendras dulces, que nutren e hidratan la piel. El aceite de oliva, a veces la tenemos infravalorada, quizá por tenerla tan a mano. Leche de avena con manzanilla y caléndula, grandes aliados de la piel, para evitar y tratar lesiones e irritaciones de la piel.
Es un jabón que no da mucha espuma, ni falta que hace en el baño de un bebé, queremos limpieza e hidratación y más cuando aún le bañamos en las bañeras pequeñas y no solemos aclarar, por lo que no nos hace falta exceso de espuma ni jabón. Tiene un ligero aroma a talco.


Ingredientes: oleato de caléndula en aceite de oliva, aceite de almendras, leche de avena, NaOH, caléndula, manzanilla y aroma de talco.
La dermatitis y eccemas están a la orden del día, hay gran cantidad de niños con problemas en la piel y en muchas ocasiones no se encuentra solución o es con corticoides y otros medicamentos que nos dan reparo utilizar.
Conozco a más de una persona, que con un cambio de hábitos y productos de higiene ha solucionado el problema. Esto no quiere decir que sea mano de santo, y si existe un problema la consulta de un médico es imprescindible y lo más apropiado.
Solemos utilizar productos  con demasiados elementos químicos e incluso se abusa mucho del baño, en ocasiones si es necesario una ducha o un baño diario del niño, pero en otros no, y no solo es el agua, es todo lo que se utiliza con ella, gel, champú, aceites minerales, lociones... que en la mayoría de los casos llevan bastante productos químicos e irritantes... que más que solucionar, agravan el problema.
Esta es otra versión del jabón de avena, para niños más mayores y pieles delicadas. Tiene más aceites, da más espuma y cuida las pieles más sensibles y delicadas. La caléndula, presente en el oleato de aceite de oliva, es un gran aliado de la piel que junto con el aloe vera y la avena cuidan las irritaciones, rojeces y eccemas, alivian los picores y son buenos humectantes.
Este jabón en concreto lleva manteca de cerdo. Algunos creen que la manteca de cerdo es para los jabones de lavar la ropa y da mal olor. Todo lo contrario, en pequeña cantidades, suaviza, humecta y aporta cremosidad al jabón, propiedades de las que se beneficio nuestra piel.
Ingredientes: oleato de caléndula en aceite de oliva, aceites de coco, almendras, ricino, manteca de cerdo, leche de avena, aloe vera, NaOH, aroma de talco y moras.

El baño de los bebés

La hora del baño de los pequeños es o al menos debería ser un momento especial, para él y para nosotros. Con la vida que llevamos, las prisas, la cena, la cama, es tarde... se convierte a veces en pura rutina y se rompe el encanto y un vínculo precioso que durará toda la vida. El tacto de las manos de mamá, el aroma del baño o de su piel... todo eso queda en el subconsciente y es un poso difícil de olvidar...
Tampoco es igual bañar un bebé que un niño de 10 años, aunque también pueden disfrutar del baño pero con más independencia que "Ya soy mayor y puedo solo", así que se lo podemos poner fácil y agradable.
A los bebés les gusta el baño, están en un medio cálido que les relaja y ayuda a crear vínculos con los padres, así que a disfrutar. Para la limpieza de la piel de bebé un jabón de avena, un castilla con caléndula y leche de avena, que hidrata y suaviza sin irritar la piel.
También son muy prácticos los fondant. Se funden en el agua del baño y limpian, suavizan y ayudan a la relajación y a conciliar el sueño, sus ingredientes pueden ser variados y a elección.
Otra opción sencilla es la avena, una forma sencilla de hidratar, me encanta la textura de la arena de baño, si no se desea que esta este suelta  en el agua se puede utilizar en saquitos. 


Y después del baño, secar bien todos los pliegues de la piel  para evitar irritaciones y es el momento ideal para un masaje. El masaje tiene múltiples beneficios: psicológicos, como el contacto físico y afectivo, físicos, ayuda a eliminar y mejorar los cólicos, hidratación y nutrición de la piel, relajación. Es un momento muy especial, que agradece tanto el bebé como la mamá o el papá. Si tienes un bebé o un niño, no importa la edad, pruébalo, date tiempo y verás como no es perdido.
Personalmente me encanta el aceite de sésamo,  si se desea con un ligero aroma a talco o unas gota de a.e. lavanda, pero si hay irritaciones o es muy pequeño mejor sin nada. Además en caso de que aparezca la costra láctea, es un buen aliado así como el aceite de oliva.

Es un aceite que no es graso, desliza muy bien, ayuda a mantener el cuerpo caliente, es humectante y cura las irritaciones cutáneas. En Asia hay gran tradición de masajear a los bebés y es el aceite utilizado.
El masaje le relajará y le ayudará a conciliar el sueño.



OJO con los aceites minerales
Para obtener el aceite mineral, se retira la gasolina y el queroseno del petróleo crudo mediante calefacción. Utilizando ácido sulfúrico, aplicando absorbentes y lavando con solventes y álcalis, se retiran los hidrocarburos y los químicos. Este aceite no se absorbe en las capas superiores de la epidermis, así que deja una película grasa en la piel del bebé. Además en caso de ingestión (se chupan las manitas) es un aceite que nuestro cuerpo no absorbe ni metaboliza, como los aceites vegetales que si lo son.

Solo de pensarlo se le ponen a uno los pelos de punta. Pero la gran mayoría de los aceites que se comercializan para bebés son minerales.
Yo los utilizaba para después del baño hasta el embarazo que no lo soportaba, me olía a petróleo una barbaridad y dejé de utilizarlo. Eso me confirmó que el olfato de las embarazadas es muy fino.

Si el culete de nuestro peque da problemas de irritación del pañal, el linimento oleocalcáreo va genial e incluso se puede utilizar para limpiarle en cada cambio de pañal lo que mantendrá su culito limpio y sin heridas. Pero esta maravilla que es el linimento lo dejaremos para otra entrada.
Disfruta del baño de tus pequeños....pasa tan deprisa el tiempo, que enseguida se querrán bañar ellos solos, no te necesitarán y añorarás el tacto de su piel...

miércoles, 17 de abril de 2013

Jabón de Leche de Arroz

El arroz es uno de los cereales más consumidos en el mundo. Aparte de sus propiedades nutricionales, que son muchas, me centraré en las propiedades que tiene para la piel.
Desde antiguo las mujeres asiáticas lo utilizan como producto de belleza, lavaban su rostro con el agua de cocer arroz; las geishas  utilizan el polvo de arroz como maquillaje, con el uso la piel se alisa, blanquea y suaviza y los poros no se obstruyen.
El arroz es suavizante, exfoliante e hidratante. Pero además es un gran aliado contra el envejecimiento porque posee antioxidantes naturales que bloquean los radicales libres. Es muy rico en minerales, vitaminas, péptidos y proteínas que estimulan la reconstrucción de la piel dañada, aportan suavidad y elasticidad.
En este jabón he utilizado leche de arroz casera que hice yo misma, con alto contenido en almidón y ácido kójico, que inhibe la melanina y por ello ayuda a blanquear la piel. También ayuda a cerrar los poros, regular la grasa sin resecar y eliminar las células muertas, lo que purifica la piel.
La combinación con los aceites nos da un jabón con abundante espuma y un acondicionado que deja la piel tersa, suave e hidratada.
Es un jabón que me sorprendió y para bien. Deja la piel estupenda.
Ingredientes: aceites de oliva, coco, palma, ricino y maíz, oleato de caléndula en aceite de girasol, manteca de cacao, leche de arroz, NaOH, aa.ee. de vainilla, ylang ylang, colorante azul.

lunes, 15 de abril de 2013

Jabón de laurel

Viendo las noticias en la tele sobre la guerra en Siria, me he acordado mucho de la industria del jabón de Alepo, ciudad milenaria que lleva haciendo un jabón maravilloso desde hace siglos. Como me gustaría cerrar los ojos y poder oler el perfume de los jabones en los secaderos ¡menudo aroma!. Os recomiendo ver alguno de los muchos vídeos que hay sobre la fabricación de este jabón.
Espero que si han estado haciendo ese jabón durante 2000 años y ha perdurado, ningún dictador ni ninguna guerra podrá con ello.
Un recuerdo para todos esos artesanos y las gentes de ese país que están sufriendo lo suyo.
Y como no, me decidí a hacer mi jabón de laurel. En el jardín de mi madre hay dos laureles, pero ninguno da bayas, así que lo tengo complicado para hacer el aceite o un macerado con las bayas. Pero necia como soy... lo hice con las hojas. No es lo mismo ni pretende serlo, pero ahí está. Y no seré yo quien menosprecie sus beneficios.
Las propiedades del jabón de laurel son múltiples:
Nutre, regenera y suaviza la piel.
El aceite de laurel actúa como antiséptico, antiinflamatorio y desinfectante, por lo que protege de las infecciones cutáneas y agentes externos y ayuda en problemas cutáneos como psoriasis, dermatitis, acné, eccemas, quemaduras, etc.

Restablece hidratación de la piel.
Es desinfectante, antiinflamatorio, cicatrizante, antioxidante y antienvejecimiento.
Y se puede utilizar como antipolillas.
Para potencial las propiedades del laurel le añadí una infusión fuerte de laurel, el aroma es....no se puede describir. Lo hice en un molde redondo y decidí ponerles una cuerda para poder colgar, mientras se usan y no, pueden utilizarse como antipolillas.
Una pequeña joya en el baño o en el armario.
Ingredientes: oleato de laurel en aceite de oliva, aceites de coco, ricino y palma, mantecas de karité y cacao, esteárico, infusión de laurel, NaOH, aa.ee. de laurel, cedro, romero y tintura de benjuí.