Lo de lavarse el pelo con barro puede sonar bastante mal, así a voz de pronto, pero puedo asegurar que no es ninguna idea descabellada. Doy fe de ello.
Una vez que te metes en este mundo, que buscas alternativas más naturales para cuidar tu piel y tu pelo, descubres que con poco se logra mucho y la mayoría de las ocasiones mejor.
Nos venden los champús, acondicionadores, geles, aceites (que en ocasiones lo que menos tienen es aceite), nos crean unas necesidades que opino que no son necesarias. Nunca he sido de utilizar excesivos productos para el pelo, champú y punto, mi pelo tiene tendencia a ser graso y los acondicionadores me lo apelmazaban y engrasaban más, así que nos los utilizaba, pero había entrado en una dinámica que si me fiaba tenía que lavar el pelo día si, día no y no estaba dispuesta, me parece una barbaridad además de una incomodidad tener que estar pendiente del pelo casi a diario.
Pero descubrí este maravilloso mundo y ahora mi pelo está más brillante, más limpio y durante más tiempo. Hay semanas que solo lo he lavado una vez, y si es verdad los último 2 días está más fino y con algo de grasa, pero lo recojo y listo. He visto pelos más engrasados y sucios con gominas y demás historias que despistan recogidos.
Además del champú líquido que me hacía, decidí probar el rhassoul como mascarilla y ¡chapo! me encanta el resultado, aunque un pelín engorroso por el largo del pelo, pero merece la pena, el pelo queda limpio, sedoso, con cuerpo y volumen.
El Rhassoul es una arcilla mineral cuyo origen es Marruecos, se encuentra únicamente en los alrededores del Atlas. Las mujeres orientales lo utilizan para el cuidado corporal y del pelo desde la antigüedad. No contiene tensioactivos y limpia según un proceso físico. Al mezclarlo con agua el polvo se hincha y se transforma en una masa suave que tiene propiedades absorbentes y desengrasantes que arrastra las impurezas y la grasa.
Al contrario que los tensioactivos y detergentes no destruye la capa lipoprotectorea de la piel o el cabello, por lo que no daña la protección natural ni irrita las glándulas sebaceas, lo que lo hace útil en pieles sensibles o alérgicas.
Lo utilizo mezclado con otras hierbas: ortiga, peonia y ayuvérdicas: amla y kapoor kachli, shikakai, bhringaraj, además de avena y arcilla blanca. Es cuestión de ir combinando y alternando.
Con esta combinación y agua masajeo el cuero cabelludo, lo dejo entre 10 y 20 minutos, aclaro y listo, el pelo limpio, con volumen y brillante.
Si tuviese problemas de sequedad en las puntas o pelo rizado que se resecase más, un poco de aceite de jojoba y argán en las puntas y listo.
Lo siguiente será el champú sólido, que ya lo he hecho y me ha encantado, pero eso será para la próxima entrada.