Ya está aquí el tan deseado verano, las prenda ligeras, las sandalias, la piscina, la playita, el sol..... Y nos gusta tener la piel a punto, así que me he preparado un lujazo de crema que me ha encantado. Con ingredientes sencillos y sin ningún tipo de aroma o aceite esencial porque como ahora veréis no le hace ninguna falta, os lo aseguro.
Una buena amiga potinguera, así nos conocimos a través de las redes, vino a visitarme y me hizo un regalo estupendo, manteca de karité virgen, traída de África, con un aroma que pá que y que había guardado como oro en paño para una ocasión especial que ya ha llegado.
Si a ese estupendo aroma se le añade el de manteca de cacao puro ya no le hace falta nada más.
Ha quedado untuosa y se absorbe estupendamente con un ligero masaje y queda un aroma en la piel fantástico. Va ser mi aroma de este verano..... Utilizada después del baño con el jabón negro queda la piel como el terciopelo.
Aparte del karité y el cacao le he añadido otros ingredientes:
Oleato de zanahoria, yo lo he hecho en oliva, con múltiples propiedades, entre ellas proteger la piel del envenjecimiento.
Aloe vera, de él ya esta todo dicho, un aliado poderoso de la piel.
Escualeno de oliva, un emoliente fantástico que protege la piel de la deshidratación y aportando suavidad. Es muy afín con la piel y restaura la barrera lipídica.
Urea, me gusta añadirla a las corporales, además de hidratar por su efecto queratolítico mantiene la elasticidad y suavidad de la piel seca y áspera y es bien tolerada por la piel.
Así que este verano oleré a cacao y karité, todo un lujo... Gracias Rosa.