Un jabón que me
encanta en la ducha es el jabón de miel. Aunque es un producto un poco
problemático a la hora de hacer jabón,
hasta ahora no he tenido ningún problema.
Utilice leche de arroz. Apenas utilizo el agua, me gustan mucho las leches: coco, cabra, arroz, avena... Y si utilizo el agua, suelen ser infusiones de diferentes plantas, según el jabón. Enriquecen mucho el jabón y le aportan muchas propiedades.
La laboriosidad
de las abejas nos brinda uno de los elementos de la Naturaleza más completo y especial. Aún se
sigue estudiando y dando gratas sorpresas.
La miel es una sustancia elaborada por las abejas a partir
del néctar que recogen de las flores, el cual deshidratan y juntan con enzimas
para evitar fermentaciones. Casi todo el mundo conoce que la miel procede de
las abejas, pero el trabajo que se tienen que realizar las abejas para
producirla lo conocen pocos, pues para medio kilo de miel las abejas deben
realizar entre dos millones y dos millones y medio de viajes.
Egipcios, griegos, romanos... ya utilizaban la miel como producto de cosmética, Popea, la esposa del emperador romano Nerón, para dejar su rostro más terso y joven y Ana de Inglaterra para conseguir un cabello brillante gracias a sus propiedades acondicionadoras e hidratantes.
La miel está considerada como uno de los mejores humectantes naturales que existen, gracias a su alto contenido en azúcar previene la sequedad de la piel y la hidrata profundamente.
Una de las propiedades curativas de la miel es su gran poder
antibiótico (lo cual evita la infección) y emoliente (que baja la inflamación),
por lo que la miel se utiliza desde tiempos muy remotos como tratamiento en
heridas, úlceras, quemaduras... La inhibina es la sustancia que consigue que la
miel aporte estos beneficios antimicrobianos.
Se han realizado estudios que demuestran que los apósitos
embebidos de miel son la mejor aplicación sobre las heridas, siendo de gran
importancia sus beneficios en los casos de úlceras, quemaduras e incluso
heridas quirúrgicas infectadas. En la curación de las heridas también se
demostró la importancia de una de sus propiedades: la hidrofilia, según la cual
la miel tiene la cualidad de absorber el agua; gracias a esta propiedad los
apósitos al ser retirados dejaban la herida limpia sin eliminar el tejido nuevo
que había generado el organismo y permitiendo la aplicación de un nuevo apósito
sin necesidad de retirar ningún residuo.
Durante las dos guerras mundiales se utilizaron cataplasmas
de miel para curar las heridas de los soldados, sin embargo con el nacimiento
de los antibióticos dejó de utilizarse. Actualmente, los médicos se enfrentan a
virus que son resistentes a muchos antibióticos , por lo que está han empezado
a utilizarse otra vez las mieles para el tratamiento de las heridas. Desde hace
años, en el departamento de oncología de la Universidad de Bonn se ha utilizado
la miel para curar las heridas de los enfermos debido a que sus heridas, al
tener éstos el sistema inmunológico debilitado, tardan más en cicatrizar y con
la utilización de las mieles éstas sanan más deprisa permitiendo que la
sustitución de los vendajes sea menos dolorosa y sean también más fáciles de
retirar sin dañar las capas recién formadas de piel. La miel posee un factor
antibacteriano debido a un alto contenido de peróxido de hidrógeno y de
antioxidantes que protegen la herida de los radicales libres; además el uso de
las mieles sobre las heridas ejerce una acción antiinflamatoria que disminuye
el edema, la supuración y el dolor haciendo que ayude a la cicatrización.
Las propiedades humectantes de la miel hacen que ésta sea
utilizada en diversos tratamientos dérmicos, sobre todo en la actualidad en que
las agresiones externas son diarias y provocan el envejecimiento prematuro con
la aparición de sequedad y de escamas en la piel. Es en estas circunstancias
donde la aplicación de mieles hace que la piel se mantenga hidratada en
profundidad, por esta razón la miel se usa para elaborar cosméticos destinados
al cuidado del rostro y el cabello. Además de estas propiedades humectantes, la
miel se utiliza como limpiador, como regenerador de la piel gracias a sus
propiedades antioxidantes y en los tratamientos del acné aporta sus beneficios
antibacterianos y antisépticos.
Esta estaba muy trabajadora en una balota negra
(ballota nigra) en un prado
Este jabón es un gran aliado en la nutrición e hidratación de la piel, lo tengo dentro de la bolsa-esponja, que es muy práctico, se utiliza como esponja ligeramente exfoliante, sin tener el jabón por un lado y la esponja por otro y luego se puede colgar, así el jabón se seca y no queda húmedo, lo que prolonga su durabilidad y propiedades.
Ingredientes:
aceites de oliva, coco, palma, girasol, ricino, mantecas de cacao y karité,
leche de arroz, NaOH, miel, aroma de miel y galleta y tintura de benjuí