Así he llamado a esta crema de cara al verano. Ya comienza el calorcillo, nos destapamos y queremos una piel suave e hidratada. Ya le tenía ganas a esta fórmula, pero como no dispongo de mucho tiempo pues había quedado en eso...en una fórmula. He estado un poco laboriosa, menos de lo que quisiera en el aspecto potinguil y aquí está.
Formulada con un oleato de zanahoria en oliva, que para algo tenemos este fantástico aceite a mano, así que hay que aprovecharlo. En un principio la formulé con aceite de hueso de albaricoque, pero a última hora lo cambié por un oleato de caléndula en aceite de nuez... lo siento, tengo debilidad por la caléndula, me parece como su otro nombre indica una maravilla. El punto exótico lo pone otra nuez: el aceite de kukui. Un aceite muy penetrante de alto poder regenerativo y reestructurante. Es calmante y nutre en profundidad.
Con áloe vera, infusión de manzanilla y caléndula (de nuevo) y como activos un extracto HG de rosas y proteína de seda, para dejar la piel así...como la seda. Además urea que ayuda a mantener la hidratación y es queratolítico.
En esta ocasión con fragancia musk y moorea.
Ya la he probado y deja la piel genial, sobre todo después de utilizar el jabón negro o beldi, pero eso os lo contaré en otra entrada, que se la merece.
Y como me gusta cacharrear con ordenador y tener las cremas etiquetadas, que después en el baño acabas en la cara con la crema de los pies, pues ahí está su etiqueta.