Este champú fue todo un reto para mi, porque un pelo afro con sus características no es fácil. . Me lo pidió una amiga para su hijo harta de que a los champús les costase "entrar" en el pelo y tenía que utilizar más y después no había manera de aclararlo bien. Un reto que he superado porque a Leo le ha ido bien y su madre encantada de no tener que estar aclarando un buen rato y también lo nota más suave.
Este tipo de cabello tiene sus particularidades:
Es un cabello seco, el sebo que segrega el cuero cabelludo no se extiende con facilidad por el pelo y se deshidrata con más facilidad. A esto también contribuye que es más poroso y fino y por lo tanto más quebradizo, frágil y se enreda fácilmente. Es un cabello que crece hacia arriba por eso coge tanto volumen.
Pues teniendo todo esto en cuenta me puse manos a la obra. Al ser seco necesita hidratación y nutrición así que se pueden utilizar sin miedo las mantecas: kárite, cacao y aceite de coco; también la hidroqueratina y las proteínas de seda nutren, fortalecen y dan brillo al cabello.
Para acondicionar y suavizar el pelo el BTMS va genial.
Añadí shikakai, que fortalece, estimula el crecimiento y suaviza el cabello. El punto de frescor lo dan el polvo de cáscara de naranja y la menta. Una infusión de caléndula para calmar el cuero cabelludo y como la función de un champú es limpiar pues los tensioactivos SCI y SCS, derivados del coco, suaves con una espuma que se aclara fácilmente. El aroma que elegí es chocolate y menta.
Ellos contentos y yo feliz como una perdiz.
Ingredientes: SCI, SCS, infusión de caléndula, manteca de cacao, aceite de coco, BTMS, hidroqueratina, proteina de seda, polvo cáscara naranja, menta, manteca de karité, shikakai, cetílico, aroma de chocolate, aceite esencial de menta.