No se a que se debe, pero últimamente no hay niño o bebé que no tenga o piel atópica o un brote de dermatitis, pero lo sospecho, creo que son un cúmulo de cosas: desde la contaminación, uso de detergentes y tejidos que de naturales tienen poco, alimentación, uso excesivo de materiales no naturales y en muchas ocasiones excesiva limpieza e higiene y cuando digo esto que no se me malinterprete. Me refiero a que los niños ya no están en contacto con elementos como la tierra, la hierba, animales.... Nos falta el contacto con lo natural, con nuestro habitat. No les dejamos mancharse, tocar, jugar... y eso le sirve para "endurecer" su sistema inmunitario, de ahí muchas alergias y problemas. Además de baño diario desde el primer día, que el agua no es nada malo, pero si muchos de los productos que se utilizan y que nos venden como maravillosos para la piel de nuestro bebé. Con lo sencillo que es un jabón natural de castilla y/o avena y un masaje con un chorrito de aceite de almendras, sin más.... En esta entrada hablo del baño de los bebés.
Esta semana revisando el armario del baño apareció un bote de crema prácticamente lleno, de cuando mi hijo era pequeño, que doy gracias por no haber usado, porque cuando me fije en la etiqueta casi caigo de espaldas. ¡¡¡¡¡Dios cuanta porquería nos venden!!! ¡¡¡¡Y para poner en la piel de los bebés!!!!!
Y no era una crema barata de supermercado.... Como le digo a mis conocidas, vale más que le des sencillamente aceite de oliva.
Alguna amiga me ha pedido una crema para las pequeñas ronchas que les salen, así que formulé esta crema, en un principio la hice con una cera, pero después pensé que para preservar todas las propiedades de los aceites sería mejor utilizar gelisucre que me ofrece la posibilidad de hacer la emulsión en frío sin necesidad de calentarlos.
Como ingredientes contiene:
El oleato de caléndula y manzanilla en oliva es para mi primordial cuando hay algún problema en la piel. La caléndula me parece fantástica para la piel y lo he comprobado cuando la recojo en el jardín, al principio parece que tienes las manos pegajosas, pero después las deja suaves, como si hubieses utilizado crema sin ninguna sensación incómoda.
Aceites de camelina, ricas en omega-3 es calmante y antiinflamatoria con gran capacidad regenerativa y reparadora.
Aceite de perilla, también rica en omega-3 comparte con el aceite de camelina sus propiedades calmantes. reparadoras y suavizantes.
Aceite de chaulmoogra, que se ha utilizado en la medicina tradicional india y china para el tratamiento de las infecciones de la piel y la lepra. Calma la piel irritada y dañada, además de ser antibacterial.
Agua de azahar e infusión de caléndula, manzanilla y centella asiática, calmantes y regeneradoras.
Aloe vera de gran poder regenerante, analgésico y antiinflamatorio además de hidratante.
Bisabolol, es un compuesto activo de varias plantas incluida la manzanilla y candeia, calma y cura la piel irritada y sensible. También es antibacteriano y antifúngico.
Extracto de malva que suaviza, protege y calma la irritación, es emoliente e hidratante, además de un antiinfeccioso natural.
MSM, este compuesto de origen natural y vegetal es una fuente de azufre que facilita la cicatrización y mejora el estado de la piel atópica y la dermatitis.
Vitamina E como antioxidante y aceite esencial de lavanda, suave con la piel de los pequeños pero con grandes propiedades beneficiosas para la piel.
Todo ello para ayudar a un problema de la piel cada día más usual.